domingo, 23 de diciembre de 2007

largando velas

Largo velas como un vulgar polizón, colándome en este mundo de anónimos corresponsales . Nada de arrojar champañas ni tocar sirenas, porque todo polizón que se respeta se fondea en la sentina o en el peor de los casos se pliega como insecto en la carcasa de los motores de un avión para esperar la muerte por congelamiento (a veces los tiempos pasados fueron efectivamente mejores, esto no ocurría en los barcos)
Tanto terminacho marino no me define precisamente como amante del mar, por más que lo sea, sino más bien como la persona que emprende un viaje que quién diablos sabe dónde la llevará.

polizonabordo tiene el clásico norte de los escritores inéditos: la caza del lector desprevenido, cacería por demás furtiva y maletera. Vaya uno a saber qué de cosas pueden sucederle cuando posa la vista en algunas líneas. En mi vida de lectora he sido agredida por toda clase de textos imperdonables, ataques apenas compensados por las horas de disfrute que mis autores queridos me proporcionaron generosamente...después de comprar sus ejemplares. Y es cosa comprobada que todos los auténticos placeres, las cosas bellas, la ropa que nos gusta, la buena comida y otras hierbas por el estilo, por el sólo hecho de que nos gustan, suelen ser generalmente los más caros.

Por el momento, claro, me quedo aquí por falta de tiempo. Podríamos poner algo así como CERRADO POR COLACION u otra lesera por el estilo, da lo mismo, porque a partir de ahora escribo para el mismo lector único que he tenido: mi siempre fiel alter ego.
Mares virtuales, acogedme y por si tienen intención de forzar mi naufragio, recuerden que soy asmática y nado a duras penas. see you later.

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